ANCONCITO CUIDA CON ORGULLO SU HISTORIA CULTURAL Y ECONÓMICA
A finales de 2007 el patrimonio cultural ecuatoriano se encontraba en una situación de riesgo eminente, producto no solo por el limitado interés por parte de los gobiernos de turno en invertir en este campo, sino también debido a la falta de coordinación entre los actores públicos y privados para propiciar mecanismos adecuados de gestión, conservación, salvaguarda y puesta en valor.
El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural participó en la Mesa Técnica convocada por el GAD Parroquial de Anconcito del cantón Salinas, en la que se presentó una propuesta de proyecto para potenciar el turísmo de esta localidad, bajo un enfoque sostenible y sustentable. Además, el INPC se comprometió en la asesoría técnica para que realicen el inventario del patrimonio inmaterial, inmueble y arqueológico de esta jurisdicción.
A inicios del siglo XX, en esta parroquia se asentaron diversos grupos de migrantes provenientes de distintos rincones del país y del extranjero, producto del desarrollo de la industria petrolera. Es así que, alrededor de la organización social del trabajo se configuraron diversas territorialidades, que permitieron la construcción de un vasto patrimonio industrial arquitectónico, documental, artístico e inmaterial, que se han transmitido a través de varias generaciones.
ANCONCITO
Anconcito fue considerado desde los años 80 como “Primer puerto pesquero de la Península”. Las actividades pesqueras y acuícola son las principales generadoras de empleo y riqueza de esta población y a su vez de los sectores adyacentes. Los productos que aquí se extraen son llevados a los diferentes mercados y restaurantes de la península ayudando incluso al sector turístico que se provee de los fortunas ictiológicos.